Gregorio Gil
Arte inspirado en la naturaleza.
La roca, el monte, el silencio del día cuando llega a la noche, dicen del largo proceso de Gregorio Gil, la esencia del paso del tiempo que se renueva y vuelve a descubrir detalles, sueños y emociones. La complicidad de esa relación profunda con la naturaleza se plantea como un auténtico proceso de introspección.
El discurso de Gregorio Gil pertenece a su relación directa con la tierra y con la cultura visual de Aragón. Su esencia está inmersa en la belleza de los materiales que selecciona, en la inspiración creadora, en el trato poético de las formas y en la sencillez de sus patrones. Las obras tienden un puente a una percepción tan sencilla o tan complicada como la naturaleza misma, en conexión con la tierra, un diálogo interior con el entorno.